Los sellos del pan

 
Pan de higos y avellanas de panadería A Troia en Santiago de Compostela


El horno es un elemento esencial en la panificación. Sin él no serían posibles las transformaciones necesarias que la masa desarrolla mediante la cochura, para convertirse en alimento crujiente y esponjoso.
Hace años no todos los hogares podían disponer de horno propio. El pan que amasaban las mujeres en régimen doméstico debía ser llevado a hornos comunitarios para su cocción. La confluencia en los hornos comunales de panes de distintas familias planteó la necesidad de diferencian de algún modo las piezas de cada unos. Surgió así el hábito de marcar su superficie con adminículos de madera o metal: los sellos. Eran utensilios de uso doméstico en los que se podían distinguir tres partes: el mango, la base y la impronta o sello propiamente dicho.
Poco a poco, su uso cundió por todas las regiones españolas recibiendo distintos nombres según las zonas. Los sellos alcanzaron una gran importancia en tanto perduraron los hornos comunitarios. J.C.C.

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